Desarrollo del hígado y vía biliar
Hacia el día embrionario 18, surge desde la convexidad de la futura asa duodenal un brote endodérmico, el esbozo hepático. Este brote epitelial crece entre las dos hojas del mesogastrio ventral y se proyecta hacia cefálico y ventral en dirección al septum transverso. Conforme crece el esbozo hepático se divide en una porción craneal más grande, el primordio hepático y en una porción caudal, el divertículo cístico. El primordio hepático da origen al hígado y vía biliar intra y extra hepática y el divertículo cístico da origen a la vesícula biliar y su conducto.
Embrión de 5 semanas
A medida que se desarrolla el primordio hepático crece en volumen, formando dos lóbulos de igual tamaño, que ocupan la mitad superior del abdomen del embrión. El endodermo del primordio hepático forma el parénquima hepático (hepatocitos) y el epitelio de la vía biliar; el mesodermo del septum transverso da origen al tejido hematopoyético, el tejido conectivo del hígado y las células de Kupffer.
Embrión de 5 semanas
Desde las hojas del mesogastrio ventral surge la cubierta peritoneal del hígado. La porción craneal del hígado que toma relación con el tendón del diafragma queda desprovista de peritoneo, conformando el área desnuda del hígado.
El pliegue peritoneal que rodea al área desnuda forma el ligamento coronario.
A medida que crece el hígado se desarrolla también la vesícula biliar y su pedículo se transforma en el conducto cístico.
Como hemos visto en otros conductos endodérmicos, también la vía biliar es inicialmente un cordón celular macizo que posteriormente sufre un proceso de vacuolización, generándose así el lumen canalicular. Cuando este proceso de canalización se altera aparece un defecto congénito grave, la atresia biliar extrahepática.
Atresia biliar extrahepática
El tallo del primordio hepático se une con el tallo del divertículo cístico para formar el conducto colédoco. Inicialmente este conducto se une a la cara ventral del asa duodenal, sin embargo, este punto unión es desplazado hacia dorsal a medida que se desarrolla la rotación duodenal.
Al desarrollarse el primordio hepático hacia el septum transverso, incorpora en su crecimiento a los vasos vitelinos y umbilicales, hacia ellos confluyen los cordones y luego los sinusoides hepáticos. Por debajo del hígado las venas vitelinas forman unplexo periduodenal que posteriormente da origen a la vena porta. Por sobre el hígado la vena vitelina izquierda desaparece y la vena vitelina derecha forma la porción terminal de la vena cava inferior.
La porción proximal de las venas umbilicales desaparece como también lo hace la porción distal de la vena umbilical derecha, persistiendo la vena umbilical izquierda la cual queda conectada con la circulación placentaria. Entre la vena umbilical izquierda y la vena cava inferior se establece una conexión a través del ducto venoso, el cual deriva gran parte de la sangre oxigenada proveniente de la vena umbilical hacia la cava inferior.
Venas en 8ª y 12ª semana
La hematopoyesis se inicia en la sexta semana lo que le da al hígado su aspecto rojo brillante; esta actividad es la responsable del incremento en volumen de la víscera, la cual llega a representar hacia la novena semana el 10% del peso fetal. En el feto de término la función hematopoyética del hígado a finalizado y, a esta edad, representa el 5% del peso corporal. La producción de bilis comienza hacia la duodécima semana, siendo esta secreción responsable del color característico del meconio.
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